Es una historia bastante curiosa.
Una cosa, ahora que se han desenterrado las copias (no recuerdo el número, pero eran bastantes), ¿qué se hará con ellas?

Vale que algunas interesen a gente apasionada a los videojuegos, pero estos son muy pocos comparados con el total de cartuchos que había. Además, si tenemos en cuenta que a día de hoy muy poca gente cuenta con una 2600 en su casa, nos terminan sobrando muchos.
Por una parte está bien que se hayan desenterrado para demostrar que era cierto, pero, por otra, creo que estaban mejor bajo tierra

No sé, como ya he dicho, es una historia muy inusual. A ver qué opina la gente.